CUSCO DE ANTES "EL TACUCHI" Pablo Concha Sequeiros

EL TACUCHI..

La Bohemia en el Cusco de antaño tuvo pasajes importantes, sus calles guardaron secretos y vivencias que fue el comienzo de aquella epoca cuando aparecieron lugares icónicos desde donde se fomento cultura y amistad.









Pablo Concha Sequeiros

EL TACUCHI
Entre los años 1958 y 1985 y de manera “Formal” entre los años1993 a 1999, año que cierra definitivamente, se produce un fenómeno y espacio social muy importante en Cusco. 
Aparece un bar en la calle San Agustín 232, que en el tiempo se convertiría en un local emblemático nocturno. Primero fue un típico lugar, de los llamados Tetería, en el que se realizaba el expendio del famoso Té Piteao (Té Macho). 

Un tiempo después de su funcionamiento, un parroquiano y asiduo visitante al local, de origen Piurano (Catacaos), le pone el nombre de TACUCHI (Una fuerza innovadora que sabe cómo satisfacer las necesidades de su tiempo, que le permite captar el inconsciente colectivo y por lo novedoso en Cusco de expender macerados de hierbas en Aguardiente de caña y pisco).
Pasan algunos años y el Tacuchi se vuelve popular, con mucha concurrencia de ciudadanos cusqueños y extranjeros con ímpetu juvenil conjugada con la experiencia de ciudadanos mayores.

Durante sus años de existencia, se convirtió en un verdadero centro cultural, que permitió que las personas que concurrían, expongan sus dotes de música, canto, poesía, oratoria, conocimientos e intercambio de ideas. Fue un espacio de crítica política.

Su dueña La Sra. Asunta Campos Menzala y sus hijas Lucía y Delia Rodríguez Campos le dieron un toque de centro cultural y de venta de bebidas espirituosas, donde sin ningún tipo de discriminación todos cabían, desde altas personalidades cusqueñas, turistas, artistas, profesionales y personas de diferentes oficios.
Resaltamos este importante espacio social, pues permitió practicar la integración social, el diálogo, no se permitió ningún tipo de racismo o discriminación, el lugar era de todos y muchas generaciones pasaron y disfrutaron reuniones nocturnas en el Tacuchi.
Conjuntamente con el Tacuchi, se desarrollaron entre otros: en San Blas el local llamado “Para los Antropólogos”, “La Farmacia” en la calle Huaynapata y en Qolla Calle el local conocido como “El Charango”.
Hoy no existen más y sería bueno que algunos empresarios o emprendedores puedan recuperar estos espacios sociales donde el diálogo, la exposición de ideas, el desarrollo del arte y la música deban estar presentes. 

Hace pocos años, se ha perdido o desaparecido también otro local histórico, es el caso del Café Extra que recibía en su local de la calle Espaderos, a jóvenes y adultos, poetas, escritores, políticos, practicantes y grandes jugadores del Ajedrez.
Impulsemos la recuperación de espacios sociales de diálogo y discusión y compartir habilidades musicales, de poesía y arte, que contribuyan a posibilitar lugares que permitan contribuir mejor a nuestra juventud cusqueña
 

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