LAS CABAÑUELAS Y LA METEOROLOGÍA ANDINA - PABLO CONCHA S.
Pablo Concha Sequeiros
Ya los hombres desde tiempos inmemoriales, sea por respeto, admiración o temor, miraban al cielo buscando algún signo o señal que le pudiera orientar para solucionar sus incógnitas.
No hay que olvidar, que al principio eran nómadas y la única referencia temporal eran el sol y la Luna para elegir los momentos de caza, pesca y entender de alguna manera la rotación continua del día y la noche y los tiempos que transcurren.
Desde muy antiguo entonces el hombre ha buscado e ido encontrando algunas explicaciones sobre lo maravilloso de este espacio en el que vivimos. Y este ha ido de menos a más.
Con todo nuestro conocimiento hoy todavía no tenemos explicación aún de lo maravilloso de nuestro universo y de todo lo que acontece.
Los cambios de eras, descubrimientos como la agricultura, la domesticación de plantas y animales entre muchos, se han concatenado con situaciones repetitivas que la observación del hombre las ha ido entendiendo, así como el comportamiento de plantas, animales y todos los fenómenos atmosféricos y naturales.
A la manera de observar y predecir los fenómenos atmosféricos a través de hechos naturales: las formas de las nubes, la dirección del viento, las características del sol, la luna, las estrellas, la niebla, el rocío de la mañana, el arco iris o el granizo, entre otros, hoy en castellano se le conoce como “las Cabañuelas” y también como meteorología andina.
Las Cabañuelas al igual que la meteorología andina, se basan en largos siglos de observación y comprobación de los fenómenos atmosféricos llevada a cabo por gentes que conocían y dependían del cielo. La transmisión de todos estos conocimientos, hasta hace muy poco han sido esencialmente orales. Hoy ya existen escritos sobre ello.
La palabra "cabañuelas" proviene de la festividad judaica de los Tabernáculos. En dicha fiesta, los judíos colgaban 40 cabañitas en sus barrios, en memoria de los años que pasó el pueblo judío vagando por el desierto en busca de la tierra prometida (durante ese tiempo Vivian en cabañitas) y como en esta festividad judía se realizan ritos referentes a la predicción meteorológica, el término "cabañuelas" adoptó ese significado en castellano.
"Las Cabañuelas, son sin lugar a duda, una ciencia popular que se rige por la observación del clima y la meteorología a lo largo del mes de agosto de todos los años y que pronostican el tiempo que habrá el año siguiente. Por tanto, es una ciencia empírica, o sea, procedente de la práctica o rutina popular".
Cada día de agosto representa un mes del siguiente año, es decir del 1 de agosto hasta el día 12 son en ascendente de enero a diciembre y de acuerdo a como se comportará el clima en cada uno de ellos, este debe ser exactamente al que se tendrá en el mes que corresponde.
Las Cabañuelas son universales, se pueden practicar en cualquier parte del mundo, solo hay que aplicar la práctica de la observación al micro clima de la zona donde estas ocurren.
En nuestra Cultura andina, la meteorología estuvo a cargo de los Yapuchiriq (meteorólogos andinos) y en nuestra cultura tuvieron y tienen hasta nuestros días, sus propias formas de observación. Los conocimientos ancestrales andinos de predicción se basaron leyendo las estrellas fundamentalmente Q´oto (Las Pleyades),
La Cruz del Sur (La Chacana), los alineamientos de la luz del sol y la Luna a través de los intiwuatanas y las construcciones andinas y también se basó en la observación de los comportamientos de los animales y de las plantas, así como del curso de los vientos (indicadores naturales).
El 1 de agosto comienza el mes de la Pachamama (Madre Tierra). Los Yapuchiriq realizaban las observaciones y rendían culto y tributo a sus deidades con rituales de incienso, pagos de agradecimientos y otros elementos en sitios específicamente señalados para ello.
En las imágenes muestro algunas referidas por ejemplo al Intisaywana de Q´enqo que a través de las Sunkanas (pilotes de metal) que se disponían en los hoyos que se observa, leían los solsticios y el comportamiento del clima. Los Qespeqawanas que permitían a partir de hoyos pétreos llenos de agua leer a través del reflejo de las estrellas.
La Hatum Qespeqawana fue el Lago Sagrado del Titikaka. Otro vestigio de observación importante fue el Altar de Choquechinchay en Chavín de Huantar que representa con cada uno de los hoyos, a las 7 estrellas que conforman las Pléyades (7 cabrillas o Q´oto).
Agosto para ellos tuvo una significación muy importante. ¿y por qué agosto?, en agosto la Tierra está "abierta" en ovulación, en espera de la energía que la fertilizará (en el ande a través del Valle Sagrado de los Incas) y que se llama Q´amuko y que viene de la Vía Láctea (Willka Mayu, Chaska Ñan, río celestial).
Al observar las estrellas, identificaron que las constelaciones se parecían a los animales y cosas de la vida diaria. El cosmos era considerado un enorme río astral, el cual estaba representado en la tierra por el río ‘Mayu’, el cual era la fuente de agua para la vida. Según la cosmovisión inca, el cielo y la tierra estaban conectados.
Pablo Concha Sequeiros (Antropólogo), Cusco 26 de julio de 2022.
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